Como consecuencia del método utilizado por el CNE, van a ser eliminados las organizaciones del llamado chiripero, que son un componente ineludible del sistema de partidos venezolano y expresan una particular versión del pluralismo
La dirigencia dela MUD ha dado a conocer que durante un tiempo prolongado había venido informando a la gente sin apego a la realidad, al afirmar que habría elecciones presidenciales antes de 2018. Sin embargo, esa misma dirigencia ha tomado la decisión de no continuar con esa actitud. En este sentido, Henry Ramos ha sido muy claro: “no sigamos engañando a nadie, las elecciones presidenciales serán en 2018”.
Con ese objetivo de participar en la contienda presidencial que se celebraría el año entrante, además de los comicios de alcaldes y gobernadores que pudieran tener lugar en 2017, los partidos han venido validándose en las jornadas organizadas por el Conejo Nacional Electoral. Para los partidos de mayor votación, el trámite de las firmas nunca representó un problema verdadero, puesto que estaban en condiciones de cumplir las metas, dado el número de simpatizantes y los recursos disponibles.
Pero para los partidos de menor votación sí ha resultado perjudicial el método aplicado, porque tienen un universo que los obliga a movilizar prácticamente al 100 % de sus miembros y porque, además, no disponen de los cuantiosos recursos financieros que se necesitan para organizar el dispositivo de traslado del 0.5 % de la población votante.
Como consecuencia del método utilizado por el CNE, van a ser eliminados las organizaciones del llamado chiripero, que son un componente ineludible del sistema de partidos venezolano y expresan una particular versión del pluralismo nacional que le brinda vivacidad a las contiendas políticas en el país.
La tradición histórica venezolana ha sido a lo largo de varias décadas mucho más compleja que el simple bipartidismo copiado de Estados Unidos y de Europa. No solo Rafael Caldera llegó al poder en su segundo mandato en los hombros del chiripero, sino que ya con anterioridad Raúl Leoni conformó un gobierno de ancha base, que incluía partidos circunstanciales, como el FND y el FDP, que estaban fuera de la horma del sistema cerrado de dos bloques.
Hasta el momento, se desconoce cuál ha sido la razón que ha impulsado al sector gubernamental a eliminar a los partidos del chiripero, ni en qué medida les es útil que esto ocurra.
Avanzada Progresista, Voluntad Popular, Primero Justicia, Acción Democrática han llenado los requisitos establecidos, y seguramente UNT también lo hará. Aunque de antemano se sabía que esto no sería un filtro para esas organizaciones, vale destacar que cumplieron la tarea con un buen desempeño.
En la validación ha participado 10 % de los cerca de 7 millones de votos que obtuvo la MUD en 2013, que es la base poblacional donde encuentran adherentes los partidos de oposición y que corresponde al clásico 1×10. Por su parte, AD, que aparece en las encuestas con una cifra de alrededor de 4 %, movilizó el 30 % de su gente, mientras que PJ que tiene en las encuestas en torno a 7 % validó 14 % de ese porcentaje. Menos simpatizantes, pero mejor maquinaria y una vieja militancia fiel. No hay que olvidar que los 7 millones de votos de 2013 fueron más de rechazo, que de apoyo a la MUD.
Leopoldo Puchi