El Gobierno venezolano condecoró con la orden Francisco de Miranda a 80 bomberos que fueron enviados a Chile el pasado 28 de enero para apoyar en la extinción de los incendios forestales que consumieron unas 600.000 hectáreas durante las últimas semanas en esa nación.
Son «ochenta hombres y mujeres expertos en control y liquidación de incendios forestales y evaluación de daños y análisis de necesidades», dijo el ministro de Interior, Justicia y Paz de Venezuela, Néstor Reverol, al recibir a los bomberos en el aeropuerto internacional Simón Bolívar, que sirve a Caracas.
El funcionario detalló que los venezolanos estuvieron en operaciones durante 10 días en tres sectores de una provincia chilena, donde extinguieron 11 incendios y trabajaron junto a la fuerza aérea de ese país.
«Hoy los estamos recibiendo con agrado, reconociendo el esfuerzo en nombre de nuestro Gobierno; salieron con el fin de apoyar al noble pueblo de Chile en una grave amenaza ambiental», dijo y agregó que Venezuela invirtió «más de 7.800 horas hombre» en estas labores.
Por su parte, el embajador de Chile en Venezuela, Pedro Felipe Ramírez, reiteró el agradecimiento en nombre de su país al presidente Nicolás Maduro, a todo el personal «anónimo» y a los 80 funcionarios que lucharon contra el fuego en «la más grande catástrofe».
Los bomberos recibieron la condecoración en su segunda y tercera clase, y 20 días de permiso como recompensa por su trabajo.
Venezuela rechaza nota
de protesta de Colombia
La República Bolivariana de Venezuela rechazó la nota de protesta enviada por el gobierno de Colombia después que el vicepresidente colombiano, Germán Vargas Lleras, ofendió al pueblo venezolano con expresiones discriminatorias.
El pasado 26 de enero del presente año, el vicepresidente colombiano desde Tibú, municipio fronterizo con Venezuela, dijo que las casas que allí construye el gobierno neogranadino no deben ser entregadas a “venecos”, expresión discriminatoria para referirse a ciudadanos venezolanos.
Al respecto, la Cancillería venezolana indicó a través de un comunicado que tales expresiones “constituyen una infracción directa y flagrante de los más importantes tratados y convenios internacionales de protección de los derechos humanos que garantizan la igualdad y prohíben toda forma de discriminación por motivos tales como la condición social, la nacionalidad, el origen étnico o la religión”.