De Venezuela y Latinoamérica son los dos grandes jerarcas de la Iglesia en el mundo: el argentino Mario Bergoglio -que desde marzo de 2013 es santidad Francisco- y el venezolano Arturo Marcelino Sosa Abascal, electo el viernes como nuevo superior general de los jesuitas.
A sus 67 años, el caraqueño se convirtió en el primer no europeo en dirigir la orden Compañía de Jesús, fundada por San Ignacio de Loyola, en casi cinco siglos de historia.
Por el color de su hábito e importancia de la Compañía de Jesús se le llamará, como a sus 30 antecesores, «Papa Negro». El viernes, en Roma, donde fue designado, entre los primeros en abrazarlo y felicitarlo estuvo el Provincial de Venezuela, P. Arturo Peraza.
Sosa Abascal sustituye al español Adolfo Nicolás, quien renunció por motivos de edad. Tiene 80 años y había sido elegido en 2008.
Su designación removió, de manera positiva, las opiniones sobre la reactivación del proceso de diálogo en el país, que tanto ha promovido el Vaticano, la Unasur, la ONU, varios países y organizaciones.
Fe y Alegría reseñó que «Arturo Sosa, nuevo superior general de los jesuitas, podría acompañar el proceso de diálogo en Venezuela». Mientras que en declaraciones a la AFP, el padre jesuita Jesús María Aguirre dijo: «Sosa tiene mucha cercanía con el cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado del Vaticano».
Por su parte, el cardenal sudafricano Wilfrid Fox Napier celebró que «los dos, el papa ‘blanco’ y el papa ‘negro’ son de América Latina».
Habla tres idiomas
El padre Sosa es oriundo de Caracas, donde nació el 12 de noviembre de 1948. Resultó electo tras una votación secreta de los 212 electores (de 60 países) realizada durante la Congregación General celebrada en Roma.
El nuevo líder de los jesuitas, que habla español, italiano, inglés y entiende francés, cuenta con una larga trayectoria en la docencia y la investigación, y ha publicado varias obras, algunas sobre historia y política venezolana.