La policía científica investiga el entorno laboral y social de Maritza del Valle Bravo Rodríguez (41), asesinada la mañana del lunes en la calle Santa Ana, vía Macaracuay-El Cafetal, cuando conducía su vehículo Hyundai verde.
Extraoficialmente se supo que la licenciada en administración había renunciado a su cargo de gerente de Recursos Humanos en el Instituto Nacional de Desarrollo de Pequeña y Mediana Industria (Inapymi), trabajaba hasta esta semana para marcharse a los Estados Unidos (Houston) en busca de calidad de vida y seguridad para su hijo de 7 años.
Bravo vivía en el sector El Encantado de La Guairita y tomaba esa ruta para evitar la cola cuando se dirigía a su trabajo en Altamira. Era su rutina.
Allegados a la víctima sospechan que no se trató de algo fortuito. Dos hombres en una moto de alta cilindrada se acercaron a la ventanilla del Hyundai, haciéndole señas para que abriera el vidrio, ella los embistió, se cayeron de la moto, pero se incorporaron de inmediato, la siguieron y le dispararon.
Sin descartar la hipótesis del robo, el Cicpc investiga un posible sicariato, debido a las características del suceso.
La profesional era blanco de acusaciones y críticas en su entorno laboral, como otros directivos. Puede apreciarse en la página clandestina creada por supuestos trabajadores del instituto, que existe una guerrilla interna por los cargos de gerencia, utilizando un vocabulario soez.
AA