Planificación familiar en riesgo. El tema es sensible y un poco dramático, la escasez de pastillas anticonceptivas se agrava velozmente. En el Zulia las mujeres recorren hasta siete farmacias al día para adquirir la píldora. El ánimo lo pierden de a poco, las posibilidades por encontrar las recetadas por el médico son cada vez menores. La incomodidad de pasear por toda la ciudad en busca del remedio no es lo preocupante, sino el incremento en los índices de embarazos no deseados.
Carla Rodríguez tiene 25 años y siete meses de embarazo. Supo que tendría un hijo cuando la fatiga le robaba el apetito. La joven está preocupada, en sus planes ser madre no era una prioridad, al menos no ahora. Cuenta que salió en estado después del incremento en el desabastecimiento de medicamentos en el estado. «Me tomaba las pastillas que encontraba, un mes conseguía una marca y otro mes conseguía otra. Así me las tomaba».
Aunque la joven nunca dejó de ingerir la gragea, el automedicarse, según los expertos, fue el detonante. Édgar Florido, ginecólogo, explicó que los comprimidos no comparten la misma dosis hormonal. El ingerir una dosis de menor concentración no impide que la mujer cumpla con su ciclo de ovulación. «Es el doctor el especialista autorizado para medicar y prescribir la marca y el componente. Por eso siempre insistimos en que no se automediquen, es el médico quien debe orientar para tomar previsiones».
Eduardo Baena, ginecólogo, comentó que ante la escasez es necesario que las pacientes acudan al médico para evitar errores. «Las pastillas tienen un margen de error de -01 por ciento, por lo general cuando estos accidentes pasan es porque la mujer no tiene la mínima precaución ni siquiera para asistir a una consulta». Aunque no se tienen estadísticas oficiales recientes de los embarazos no deseados, los expertos aseguran que las cifras se agigantan ante el desabastecimiento y la poca discreción de las pacientes.
Por Andrea Terán en LaVerdad.com